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sábado, 20 de septiembre de 2014

Segunda semana en la escuela. De mal en peor...

La semana pasada os contaba como a Pintxo le había llegado la hora de empezar el cole y que en esta nueva hazaña yo le iba a acompañar hasta donde pudiera.


Esta semana le tocaba ir con su cuidadora y yo, inocente de mí, pensé que iba a ser mejor porque siempre había oído que cuando van con la madre lloran y dramatizan más. Pues bueno, a mi hijo le da igual con quien ir, el caso es que no le gusta su clase, no le gusta la profesora y al parecer no quiere conocer a sus compañeros, vamos que no quiere cruzar el umbral de la puerta por nada del mundo. Se agarra como una lapa a una roca, como un coala a un árbol y al intentar ponerle en el suelo levanta las piernas como si fuera el mismísimo infierno lo que tuviera debajo.

El jueves me habían pedido un cambio de turno en el trabajo así que, tenía la mañana libre y por tanto, le llevé yo a la escuela. Desde que se levantó parecía conforme con el plan, no mostró en ningún momento desacuerdo con el hecho de que fuéramos al cole, pero fue llegar a la puerta de clase y mi hijo se convirtió en ventosa y no podía separarlo de mí.

A través de la ventana de la puerta mirábamos a sus compañeros cómo se divertían dentro, y se pegaban también, todo hay que decirlo, pero parece que ha Pintxo no le atraía nada de lo que veía allí. Para él el mejor de los planes era irnos por donde habíamos venido.

Nos queda una semana más de adaptación y visto el éxito obtenido me da que la cuarta semana se va a tener que quedar así, a las bravas, en contra de su voluntad, a todo llorar...

Que la fuerza me acompañe...

1 comentario:

  1. Nuestra segunda semana también ha sido peor que la primera... Y la tercera va por el camino de ser peor que la segunda... Ánimo a los dos!!!

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